El silencio y la sobriedad que caracterizan a la Primitiva Hermandad de la Santa Vera Cruz volvieron a estar presentes en la noche del Martes Santo de 2014. Una ligera llovizna comenzó a caer sobre las nueve de la noche, obligando a retrasar hasta quince minutos, con respecto al horario oficial, la salida del cortejo procesional. A las 21:45, la puerta principal de la parroquia de San Agustín se abrió para que los penitentes de la Vera Cruz comenzaran a desfilar por las calles de la ciudad.

En 2013, esta cofradía, una de las más antiguas de Linares, no realizó estación de penitencia por culpa de la meteorología adversa. Por eso, para esta edición, se pudieron lucir en la calle un buen número de estrenos, tanto los del año pasado como los que se prepararon para 2014. En este sentido, destacan los faroles de cola del paso de palio, así como la restauración de los respiraderos y los faldones del mismo. También resalta, enormemente, la imagen de María Santísima de la Salud en su Soledad, que ha sido restaurada por Fuensanta de la Paz Calatrava, directora de conservación del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Dicha restauración permitió recuperar el estado original de la Virgen, pudiéndose apreciar un cambio de aspecto en su rostro. La imagen, de origen hispalense y autoría aún desconocida, es la más antigua de la Semana Santa linarense. De hecho, las pruebas científicas realizadas a la imagen, como la del Carbono 14, han permitido conocer más detalles sobre su origen, situando la hechura de la Virgen en una horquilla temporal comprendida entre los años 1484 a 1650.

La hermandad de la Vera Cruz dejó bellas imágenes durante todo su recorrido, destacando la visita al convento de las Hermanas de Santa Ángela de la Cruz, donde cientos de linarenses se concentraron para presenciar uno de los momentos más emotivos de la estación de penitencia, cuando las religiosas rezaron, con sus cánticos, a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y la Virgen de la Salud. Asimismo, también resaltaron los actos de penitencia que se celebraron, en las iglesias de Santa María y San Francisco, por tratarse de las dos parroquias linarenses que han estado vinculadas con la cofradía desde su fundación en el siglo XVI.

Texto: J.J. García Solano
Fotos: Ivan Flores Casasempere
Vídeo: Jordi Casasempere