La noche de Linares brilló con una luz especial durante la IX Ruta Nocturna ‘Minas de Luna Llena’, donde numerosos participantes se sumergieron en la fascinante historia minera de la ciudad. Organizada por el Área de Turismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Linares en colaboración con el Colectivo Proyecto Arrayanes, esta edición conmemoró el 150º aniversario de la Fundición La Tortilla, un emblema de la riqueza y el esfuerzo que transformaron Linares en un referente mundial en la minería del plomo.
Linares, a lo largo de los siglos XIX y XX, se convirtió en uno de los mayores centros mineros de plomo del mundo. Este auge minero no solo impulsó el desarrollo industrial de la ciudad, sino que también atrajo una inmensa cantidad de capital extranjero, especialmente británico y francés. Las compañías extranjeras vieron en las minas de Linares un recurso inigualable, invirtiendo en tecnología, infraestructuras y la construcción de fundiciones como La Tortilla, símbolo del esplendor minero linarense. Este capital extranjero trajo consigo avances técnicos que potenciaron la extracción de minerales, modernizando la industria y creando una red de comunicaciones que conectaba las minas con los principales puntos de exportación.
Sin embargo, el gran desarrollo económico de la minería en Linares no estuvo exento de duras realidades. La vida de los mineros linarenses fue una de sacrificio y esfuerzo descomunal. Las condiciones de trabajo eran extremas, con jornadas interminables bajo tierra, donde los riesgos de derrumbes y accidentes eran constantes. La falta de ventilación adecuada y el polvo de plomo que se respiraba diariamente provocaban enfermedades pulmonares, como la silicosis, que afectaban gravemente la salud de los mineros.
Además, los trabajadores recorrían largas distancias a pie desde la ciudad hasta los yacimientos, atravesando los caminos mineros que conectaban Linares con las explotaciones. Caminaban durante kilómetros en condiciones climáticas adversas, cargando con herramientas y con la fatiga acumulada de largas jornadas laborales. Estos caminos, que hoy recorren los senderistas en rutas como la de ‘Minas de Luna Llena’, fueron testigos del sacrificio cotidiano de una clase trabajadora que sostuvo la grandeza de la minería de Linares.
La Fundición La Tortilla, el punto clave de la IX Ruta Nocturna, fue un elemento esencial en el proceso de transformación del mineral extraído, convirtiendo el plomo bruto en un material que era exportado por todo el mundo. Esta fundición, junto con otras instalaciones de la época, fue un testimonio del papel estratégico de Linares en la economía global de finales del siglo XIX.
La importancia de Linares en la minería del plomo fue tal que, a principios del siglo XX, la ciudad era considerada de primer orden mundial en este sector. Las toneladas de mineral extraído y procesado en Linares abastecieron industrias a nivel internacional, y su impacto económico se dejó sentir en muchos países, sobre todo en Europa. El legado de esa época sigue presente en las infraestructuras, caminos y construcciones mineras que hoy forman parte del rico patrimonio de la ciudad.
Anoche, Linares vivió una experiencia mágica con la celebración de la IX Ruta Nocturna ‘Minas de Luna Llena’, una iniciativa organizada por el Área de Turismo y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Linares en colaboración con el Colectivo Proyecto Arrayanes. Esta edición conmemoró el 150º aniversario de la Fundición La Tortilla, una de las joyas del patrimonio industrial minero de la ciudad. Unas mil personas se inscribieron para esta salida.
Desde el primer momento, la emoción fue palpable entre los numerosos participantes que se congregaron en la Plaza del Ayuntamiento a las 20:30 horas para iniciar el recorrido. El itinerario, de unos 7 kilómetros, llevó a los asistentes por las históricas calles de Los Francos, Labrador, Avenida de Andaluces, y Mina El Mimbre, hasta el Camino de La Tortilla, culminando en la imponente Fundición La Tortilla
Durante la Ruta Nocturna ‘Minas de Luna Llena’, los asistentes no solo exploraron estos vestigios del pasado, sino que también recordaron la dureza y el sacrificio de los mineros que, con su esfuerzo y dedicación, convirtieron Linares en un símbolo mundial de la minería. La historia minera de Linares es un relato de sacrificio humano y progreso industrial que sigue resonando en el corazón de la ciudad y en la memoria colectiva de sus habitantes.
La experiencia culminó con un emotivo espectáculo de luces y sonido en la Fundición La Tortilla, recordando el 150º aniversario de una de las instalaciones más emblemáticas del legado minero linarense. Los personajes históricos que dieron vida a los protagonistas de esa época, junto con la proyección sobre la evolución de la industria, sumergieron a los participantes en un recorrido por el tiempo y la historia, con el patrimonio minero de Linares como hilo conductor.
Antonio Luis Hervás, concejal-delegado de Salud y Consumo, destacó durante su participación en la ruta la importancia de mantener viva la memoria histórica de la minería, no solo como una forma de honrar a quienes trabajaron en condiciones tan duras, sino también como una herramienta para el desarrollo del turismo cultural y patrimonial en la ciudad.
Linares, con su vasto patrimonio industrial y minero, sigue siendo una de las ciudades más ricas en historia y legado en la provincia de Jaén, y eventos como este son una oportunidad perfecta para acercarse a esa historia que, aunque dura, también está llena de grandeza.