Parece ser, que esta expresión se originó en una iglesia, cuando el sacerdote que iba a oficiar la misa, al salir al altar y no ver a nadie, dijo para sí: La misa ¿Para quién la digo? Así que cabreado dijo al monaguillo: “Niño, apaga y vámonos”.
Eso es lo que hemos pensado en mi casa, al tener que pagar una factura de la luz este mes, de 300 euros del ala.
Así que nos hemos acercado a Sevilla a comprar velas de cera virgen, para alumbrarnos este invierno y no pagar las eléctricas. El problema viene con algunos electrodomésticos, que no funcionan con candelería.
Puestos a inventar, tenían que haber inventado los electrodomésticos con funcionamiento a pedales.
Esto no lo tenemos aún resuelto, pero sin duda, llegaremos a una solución, eso sí, con el contador dado de baja, porque más que una empresa que “facture” sus servicios, parecen aquellos románticos de Sierra Morena. La diferencia entre Curro y las eléctricas, es que el bandolero, atracaba a los ricos para dárselo a los pobres, y estos “facturan” el consumo de la población normal, para enriquecer demasiado más, a sus accionistas a sí mismos y a sus cargos directivos.
Pero dejemos este caso y vayámonos con las telefonías. En mi casa contratamos el Trío Imagenio, de teléfono, Internet y TV, por 65 euros mas IVA. Ahora me “facturan” estilo del bandolero “Tragabuches”, por una cantidad bastante superior .
Puestos en contacto con las amables señoritas y señoritos operadores de la telefonía y tras casi una hora de consumo de teléfono, te mandan de uno a otro, diciendo que la factura es correcta. Bueno, bueno, esto es para pedir el botijo, para apagar e irse. No sé si lo pillan: Para a “pagar” e irse. Eso cuando no te llaman a las cuatro de la tarde, para darte por el mismísimo trasero, ofreciéndote una facturación un 20% menor y más programas en TV.
Pues ¡háganlo directamente! y no jodan al personal en su hora de siesta.
Cuando estos amables operadores te dicen que si aceptas la oferta, te van a grabar la voz y tú les dices que desde el comienzo de la conversación, les estás grabando a ellos, enseguida te comentan que mañana te llamarán para la confirmación. Esto me pasó hace tres meses…. Y hasta ahora no he tenido noticias de aquella oferta.
Nunca debieron perderse en los tiempos de la historia, aquellos románticos bandoleros y sus románticos trabucos. Antes atracaban como he dicho subidos a caballo, rienda en mano, con trabuco, una sonrisa y el correspondiente beso en la mano a la bella damisela.
Entonces la gente se sentía robada con gusto. Ahora lo hacen estos, con una nueva filosofía: cara de prepotencia y con una máxima: “Roba bien y no mires a quien”. Y si vas a reclamar, te recibe el aleccionado administrativo, con una cara de a metro, sin mirarte a los ojos y sin darte posibilidad de hablar, te dice ¡A ver, la factura! La verdad es que son amabilísimos.
Pero si vas a tu Centro de Salud en cualquier centro asistencial de la S.S. y algún privado a pedir cita, la amabilidad de la persona que te atiende es idéntica, salvo excepciones, que las hay cada día más por suerte; el personal que atiende, agradabilísimo y el médico/a te receta casi desde la puerta, sin darte tiempo a pasar a la consulta, porque sólo tienen cinco minutos por cada dos o tres pacientes, y estos sanitarios no tienen la culpa, pues están saturados. Si no, véase la que ha montado Ayuso en Madrid.
Y ahora, prohibiendo la recogida de firmas para apoyar la huelga y quejas del personal sanitario. Pero… ¿de dónde ha salido esta pibe. Ha trabajado alguna vez?
Y con Hacienda, ¡madre mía Hacienda! Qué les voy a contar que ustedes no hayan vivido. Así que visto esto, voy a estudiar para director de cine, pues me “pone” dirigir con estos personajes una película del que yo mismo voy a hacer el guión.
Por tanto, vayan cometiendo el delito, que yo ya tengo de antemano las pruebas y las sentencias de todos y cada uno de ustedes, antes de que lo cometan. Seguro que triunfo.
Ay Señor, Señor, ¿por qué no apagas y nos vamos todos a hacer “puños pa joces” ?