Estudiantes de la asignatura ‘Evaluación Psicológica Aplicada’ del 2º curso del Grado de Psicología’ realizaron como actividad autoformativa una autoevaluación de su estado de ánimo y bienestar durante las dos primeras semanas de confinamiento, bajo la dirección de los profesores del Departamento de Psicología de la Universidad de Jaén Casandra Isabel Montoro Aguilar y Javier Rodríguez Árbol.

Aunque el objetivo inicial de esta actividad fue realizar una aplicación real de los contenidos de la asignatura en las circunstancias extraordinarias derivadas del estado de alarma, finalmente, con el consentimiento del alumnado, los datos fueron volcados en una base de datos de forma confidencial y anónima para su análisis, trabajo realizado en colaboración con el alumno de doctorado Alberto Ruiz Osta.
Los análisis iniciales realizados evidencian un incremento en el nivel de desánimo y ansiedad-estado tras la primera semana de confinamiento, en comparación con el primer día en el que se recogió el nivel basal de ésta. Tras esta primera semana, la ansiedad-estado comenzó a disminuir hasta alcanzar prácticamente los valores basales. Igual ocurrió con los niveles en depresión o estado de ánimo bajo. Sin embargo, no se observó un decremento a niveles basales como ocurrió con la ansiedad-estado. Esta era menor tras las dos semanas de confinamiento con respecto a la primera semana, pero seguía siendo significativamente mayor que el primer día.
En cuanto a las variables de calidad de vida, solo se observaron diferencias significativas en variables como la vitalidad, salud mental y la función social. Más específicamente, se observó un decremento en vitalidad, salud mental y función social. El primero indicativo de un mayor cansancio y agotamiento, el segundo de una mayor sensación de nerviosismo y depresión y el tercero de una mayor interferencia de los problemas físicos y emocionales a la hora de realizar actividades normales.
Metodología
En concreto, bajo esta actividad, se pidió al alumnado que rellenara una serie de cuestionarios validados para medir diferentes factores psicológicos. Más específicamente, el primer día de confinamiento 160 alumnos rellenaron cuestionarios que sirvieron para obtener una línea base de factores como la ansiedad estado y rasgo, características de personalidad (neuroticismo, psicoticismo y extraversión), estrategias de afrontamiento, tolerancia a la incertidumbre, estilo atribucional a la hora de explicar los acontecimientos tanto positivos como negativos, depresión y calidad de vida.
Además de ello, cada día debían rellenar un autorregistro midiendo el estado de ánimo, el nivel de ansiedad y bienestar diarios y a lo largo de los 4 momentos temporales principales del día (por la mañana, al mediodía, a media tarde y por la noche). También se les pidió, que anotaran observaciones acerca de cómo se sentían y factores que podrían estar afectando a su mejor o peor estado de ánimo, nivel de ansiedad y bienestar. Finalmente, tras cada semana de confinamiento, el alumnado tuvo que rellenar de nuevo los cuestionarios que medían calidad de vida, depresión y ansiedad estado. Los alumnos integraron la información recogida en forma de un informe psicológico de carácter cualitativo, el cual debía contener los aspectos de mayor relevancia al respecto de su propia evolución.
El profesorado responsable del estudio asegura que, aunque preliminares, “estos resultados nos sirven para comprobar el efecto negativo que ha tenido la situación de pandemia en nuestros estudiantes y para orientar en el desarrollo de estrategias a nivel docente, que no únicamente tengan en cuenta la continuidad en el aprendizaje y evaluación de los contenidos, sino también la salud psicológica del alumnado”. En este sentido, valoran positivamente y destacan el trabajo realizado desde el Gabinete de Psicología de la UJA relativo al apoyo y consejo ofrecido en la etapa de confinamiento a la comunidad universitaria.
Además de este análisis, se realizará otro adicional para comprobar si el incremento o decremento significativo en los factores psicológicos evaluados fue debido al efecto de características estables de personalidad y el uso de estrategias concretas de afrontamiento, así como una mayor tolerancia a la incertidumbre y un estilo atribucional concreto.