El Colegio Oficial de Farmacéuticos de Jaén, a través del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, ha ofrecido al Ministerio de Sanidad la distribución controlada de mascarillas a la población a través de la tarjeta sanitaria, sin margen para las farmacias y al precio intervenido que establezca el Gobierno. Además, una vez más los farmacéuticos insisten en la denuncia de las prácticas especulativas de las que están siendo víctimas las farmacias. En este sentido, el presidente de la institución colegial, Juan Pedro Rísquez, manifiesta que “los farmacéuticos fuimos los primeros en pedir al Gobierno que fijara un precio fijo a las mascarillas, para frenar la especulación por parte de proveedores ajenos al canal farmacéutico. Ahora nos ofrecemos a garantizar su acceso en condiciones de igualdad a todos los ciudadanos, distribuyéndolas a margen cero. Es decir, sin ninguna ganancia ni beneficio para la farmacia, en las condiciones y precio que fije que Gobierno. Sería la mejor solución, porque las 309 farmacias de la provincia son el recurso sanitario más numeroso de la provincia, sin cita previa, ni lista de espera”.

Además, Rísquez añade que “como siempre, la farmacia y los farmacéuticos, queremos ser parte de la solución. Estamos realizando una labor sanitaria de primera magnitud, entregando los medicamentos en el domicilio de los pacientes más vulnerables, aconsejando y tranquilizando diariamente a miles de ciudadanos que no pueden acudir a los centros de salud, y garantizando la prestación farmacéutica desde la primera línea de asistencia”, apunta. “Todo este gran trabajo no se puede ver empañado por la especulación y el incremento abusivo e injustificado de precios, que venimos diariamente denunciando, de proveedores que no operan en el canal farmacéutico. Queremos que se intervenga ya el precio, y que el Ministerio responda al ofrecimiento de la red de farmacias”, añade.

Por otra parte, algunas de las acciones que están desarrollando se centran en informar a los agentes de la Guardia Civil sobre las personas mayores y/o población más vulnerable que no esté asistiendo con la periodicidad programada a recoger los medicamentos prescritos. Igualmente, mientras dure el estado de alarma, los enfermos crónicos no tienen que desplazarse hasta su centro de salud, sino hasta su farmacia más cercana para continuar con su tratamiento. Las farmacias pueden entregar la medicación, y otros productos prescritos, en los domicilios de los pacientes frágiles o con dificultad de desplazamiento y, las boticas elaboradoras de fórmulas magistrales pueden preparar soluciones hidroalcohólicas para su dispensación. En esta misma línea, en los casos en los que no haya sido posible la renovación a un paciente de alguno de los medicamentos para su tratamiento crónico, se puede dispensar, de forma excepcional, un envase de ese medicamento. También está ya funcionando la validación y dispensación de la receta electrónica para las consultas de medicina privada. Otra acción es ‘Mascarilla 19’, una clave para que las mujeres víctimas de violencia de género soliciten ayuda en las farmacias. Esta iniciativa pone a disposición de las mujeres la opción de dar la voz de alarma en su farmacia más cercana en caso de estar siendo víctima de violencia de género durante este periodo de confinamiento. Así, cuando una mujer solicita una Mascarilla 19, el personal de estos establecimientos realiza una llamada al 112 para alertar de la situación, lo que permite activar el protocolo de atención a estas víctimas.