Esta semana es actualidad, el debate del pasado domingo entre dos de las figuras de los denominados partidos emergentes; Iglesias y Rivera. Para empezar es un hecho positivo que dos líderes hablen de todo y de manera natural, sin absurdas condiciones sintiéndolo mucho no creo que Mariano sea vea en ese contexto, más que nada porque su ridículo podría ser de un alcance importante, ante dos figuras distintas pero carismáticas que llegan a la gente.

Centrándonos en el debate, es complicado tener una visión objetiva y neutral de este acontecimiento, cuando uno pertenece a la formación naranja. Tenemos que mirar al pasado, asamblea de Podemos en agosto del pasado año, ¨ “El cielo no se toma por consenso: se toma por asalto” (Pablo Iglesias).

Si preguntásemos al propio Iglesias sobre su frase de júbilo a las masas,  el  sería el primero en matizarla con el transcurrir del tiempo. Porque vemos como a pesar de todo hemos evolucionado, y aunque haya rincones anclados en el pasado y en viejas guerras con muertes y destrucción, alguna pequeña porción del mundo ha dado un paso adelante y ha visto que se puede avanzar, sin destruir todo lo pasado. Avanzar sin tomar nada de lo anterior, sería como querer construir un mañana de la nada, sin tomar ningún elemento del pasado, del ayer.

Por eso mismo, nadie puede negar la inmensa aportación de Iglesias al sistema ha conseguido que las reformas que necesita este país estén en la ¨agenda política¨ cómo repito muchas ocasiones, su pronóstico fue impecable pero la ejecución una utopía, es imposible avanzar queriendo romper todo lo anterior.

Lo anterior, al igual que lo presente y al igual que lo futuro tendrá fallos sí, pero también tendrá elementos que son necesarios mantener.

Intentemos encontrar una alternativa al sistema actual, juguemos a crear un sistema novedoso sin ningún elemento del pasado tal como critica José María Carrascal. (2015). El comunismo del siglo XXI. ABC sobre Thomas Piketty autor de ¨El capitalismo del siglo XXI¨, donde el economista francés considera que la desigualdad se ha disparado en el mundo capitalista.

El pronóstico puede ser correcto, pero y la solución, ya que ¨la economía del compartir¨ supone una mayor dependencia al sistema. Lo vemos en sistemas políticos como el venezolano o el chino donde indicadores como Freedom House califican negativamente su nivel democrático.

Es necesario, en la época actual centrar el papel de todos los agentes de la sociedad en resolver los numerosos problemas que se nos plantean, para ello se pueden utilizar distintos enfoques (capitalista, comunista, liberal, progresista, revolucionario) será positivo aquel que consiga resolver y acabar con el problema.

Es mejor construir pero con todos, no hay que marginar ningún elemento del sistema. Un sistema rico y plural será muy positivo para el interés general, tampoco será positivo fomentar y consolidar un único sistema como ocurrió tras el final de la 2GM con la democracia liberal representativa, porque no existe ni existirá aquel sistema que sea perfecto e impecable.