Esta ha sido una semana triste, al menos para las personas de bien que asistimos cada día al recuento incesante e imparable de esas otras miles de personas de todas las edades que mueren ahogadas cada día en el Mediterráneo, mientras intentan alcanzar un futuro incierto lejos de su casa, de sus raíces, de su mundo. Un mundo destrozado por la guerra, por las hambrunas, por …
Sí ha sido una semana muy triste aunque esta vez vislumbré un rayo de esperanza cuando se convocó una Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. ¿Será verdad? Pensaba yo. ¿Invertirán realmente el dinero de los europeos para intentar solucionar esta situación o al menos para sentar las bases de una posible solución?. ¡Qué ilusa!. No, no se trataba exactamente de eso, sino más bien de “cerrar la boca” de las autoridades italianas para que sigan recogiendo muertos sin protestar demasiado, que ya se estaban poniendo muy pesaditas.

Es muy triste asistir a la perversión de los ideales con que se construyó paso a paso la Unión Europea. Ya les he contado en numerosas ocasiones que soy una europeista convencida, una europeista ingenua e idealista que cree que aquella frase, que escuchaba en la Bola de Cristal, de “Sola no puedes con amigos sí” era cierta. Sí, tras una guerra mundial la segunda y el nivel de destrucción que generó en Europa, esta asociación de estados se creaba para asegurar a su ciudadanía un futuro mejor, comenzando por mejorar sus economías, era la Europa de los Comerciantes, pero con la vocación de convertirse en la Europa de los ciudadanos. Esa asociación se fundamentaba en la idea de que la unión de estados que compartían espacio, historia, cultura, intereses y hasta religión (todos son cristianos, auque su cristianismo sea diferente) crearía un futuro de paz y de progreso.Pero… perdonen que me estoy yendo por los “Cerros de Úbeda”, el caso es que a la vuelta de poco más de 60 años, los grandes estadistas que tienen la obligación de velar por el desarrollo y la consolidación de esta Europa Unida, se han reunido para hacer frente común ante la “avalancha de inmigrantes” que tratan de llegar, cruzando el Mediterráneo, a Europa para encontrar un futuro, ya no digo ni siquiera mejor.

Y tras arduas deliberaciones lo que se les ha ocurrido es bombardear a los barcos que usan en la travesía los traficantes. Es decir, que incrementamos en ¡Tres veces más el presupuesto que dedicamos al sistema FRONTEX!; Que le pagamos al gobierno de Libia (pero ¿a qué gobierno?), Túnez, Egipto, … para que los barcos, barquitos o barcazas no salgan desde sus playas y …un poquito para cooperación para que no se diga … y ya nos podemos ir todos a dormir tranquilitos y satisfechos por el trabajo bien hecho. ¡Ole ahí esos grandes estadistas!.

También escuchamos a personajes como el primer ministro británico decir que vale, que colaboramos y mandamos barquitos, un montón y hasta marineros que los lleven, pero de traer inmigrantes (vamos personas) a Reino Unido… Nada de Nada. ¡Yo es que alucino!. Como puede alguien cuyos antepasados han masacrado a los nativos americanos a base de quitarles todo su territorio, creando naciones como Estados Unidos o a los aborígenes australianos y Neozelandeses, o a más de la mitad de África, por no hablar de la India, decir que en su país solo caben ellos, cuando llevan siglos ocupando los territorios y los países de los demás. ¡Pero qué poca vergüenza!.

Cómo pueden los estados europeos, todos, responsables de esquilmar las materias primas que están en el origen de la emigración africana, por la extrema miseria en la que viven. O de mirar para otro lado en los conflictos abiertos en oriente medio, que son el origen del exilio, entre otros del pueblo sirio. Sentarse y decidir que la solución a tanta muerte es rearmar, con nuestros impuestos, un sistema que impide llegar a las costas europeas y que obligará a los exiliados, a los desesperados a buscar nuevas rutas más caras y más peligrosas.

De las inversiones en desarrollo y en reconstrucción de los países de origen ni hablamos ¿verdad? ¡Qué tontería! Ni que eso fuese una solución.

Grandes derrotas de quienes llevamos años apostando por un modelo político que permita solucionar los problemas de la ciudadanía y no criminalizar a quienes se ven obligados a dejar sus casas, sus vidas, sus raíces, sus muertos, huyendo de las guerras, del hambre y de la miseria.

Fuentes:
http://goo.gl/IDtdpz
http://goo.gl/s8KtE1