La cofradía del Santo Entierro de Cristo fue la última en efectuar estación de penitencia, por las calles de Linares, el Viernes Santo de 2014. A partir de las siete de la tarde comenzaba a desfilar el cortejo procesional de la hermandad oficial de la ciudad, en el cual hubo representación civil y eclesiástica, así como de los diversos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. De hecho, los cuatro pasos que formaron parte de la procesión fueron escoltados, como viene siendo habitual, por miembros de la Policía Nacional, y también hubo presencia de cuatro integrantes de la Policía Ecuestre.

El año pasado, la lluvia hizo acto de presencia minutos después de que la cofradía del Santo Entierro iniciara su caminar por las calles linarenses, obligando al cortejo procesional a volver, de inmediato, al templo de San Francisco. Por esta razón, todos los hermanos de la cofradía esperaban, con gran ilusión, la llegada de este Viernes Santo, con el principal objetivo de poder vivir, intensamente, una nueva estación de penitencia.

La principal novedad de este año ha sido la salida, a horquilleros, de la Virgen de la Soledad, que fue llevada, con sumo cariño, por un grupo de mujeres y hombres en su nuevo trono. Esta iniciativa surgió como consecuencia de la procesión Magna “Regina Fides” del pasado mes de octubre, un acontecimiento religioso donde la Soledad ya fue llevada, en andas, por varios horquilleros. El hecho de ver a la Dolorosa procesionar de esta manera gustó mucho a los miembros de la hermandad, de ahí que se plantearan la posibilidad de sacarla así, con un cuerpo mixto de horquilleros, para la tarde noche de este Viernes Santo. Según el hermano mayor del Santo Entierro, Antonio Valencia, en este proyecto de envergadura se tuvo que trabajar mucho para poder hacerlo realidad.

Al margen de esto, destacaron bellos momentos de la estación de penitencia del Santo Entierro, donde la solemnidad volvió a ser un aspecto destacado. El paso por Carrera Oficial del cortejo procesional cautivó a los allí presentes, especialmente, cuando la Virgen de la Soledad, acompañada musicalmente por la Agrupación Musical Linares 1875, recibió los cánticos de algunos integrantes de la Coral Virgen de Linarejos.

Una vez finalizada la estación de penitencia del Santo Entierro de Cristo, la Soledad volvería a aparecer por las calles más céntricas de Linares, procesionando ya, de forma independiente, en esta ocasión. Con un aspecto mucho más sobrio que el presentado en la procesión de la tarde, pues salió sin corona, con su negro manto de terciopelo recogido y sin música, la Dolorosa “caminó” bajo el acompañamiento ofrecido por parte de cientos y cientos de fieles y devotos linarenses.

Texto: J.J. García Solano
Fotos: Ivan Flores Casasempere
Vídeo: Jordi Casasempere