Dios permita que te vea otra vez,
para saber de qué material estás hecho.

Que descubra de nuevo tu cuerpo.
Que respire de nuevo tu aliento.
Que me embriague la música.
Que me halle en tu boca y muera en un beso.
Que recorra tu cuerpo y me pierda en tu sexo.

¡Me traicionó el subconsciente!
Tabaco, música, alcohol, droga…droga no quiero.
¿Droga?

La droga, tu presencia;
que anula mis sentidos, mi entendimiento y mi voluntad.
Droga, tu boca;
que cubre la mía con avidez.
Droga, tus manos;
que pellizcan mis pezones con fuerza,
buscan con soltura el vello de mi pubis,
y se cercioran de las curvas de mi cuerpo.
Droga, tu respiración agitada;
que apenas puede contener tu pecho,
y hace enloquecer el mío.
Droga al fin, el agridulce;
que toda esta marabunta de pensamientos y sentimientos,
provoca en mi corazón.

Con ella el dolor,
con ella el amor,
con ella el placer,
con ella el delirio,
con ella morir,
con ella nacer.